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2018
Un pequeño local en el casco histórico de Santiago que ha de acoger un nuevo uso con pocos requerimientos específicos. Dos sillones de atención al público y una zona de espera, adjuntando lo imprescindible para que funcione adecuadamente.
El espacio disponible es de proporción alargada. La fachada lateral, con el ritmo de los huecos existentes, lo caracteriza. Sugiere la idea de que el local sea una fachada con grosor, extruida, casi un intersticio o galería. Finalmente, el ritmo ayuda a definir y caracterizar el espacio.
Otra vez pensar sobre el tiempo que transcurre en los lugares de trabajo y el carácter de los mismos. Se tratará de imponer lo doméstico a lo sanitario, acoger con calidez al que nos visita.
La zona de espera pretende ser realmente “sala”. Se entretiene con la calle, y el resto se coloca circundándola, borroso tras el vidrio.
A partir de esto hacer que cada uno de los materiales se acomode imponiendo su lógica y expresando su naturaleza, y la iluminación como elemento final que acentúe el carácter y la función de cada uno de los espacios.
- Clínica Javier Gómez Barreiro. Santiago de Compostela
- Equipo: Carlos Gil y Pablo Fidalgo
- Colaboradores: Alejandro Calviño Pérez
- Superficie: 75 m²
- Interiorismo: GLF Arquitectos
- Fotografía: Luis Díaz Díaz